Todos tenemos claro que escuchar ciertos ruidos en el coche solo puede suponer que algo va mal pero no siempre sabemos exactamente qué es lo que no funciona correctamente. Aquí observamos una coincidencia general entre fabricantes y expertos: ante el primer sonido extraño, hay que tratar de averiguar de dónde procede y hacerlo cuanto antes. Para tratar de dar respuesta a los ruidos más habituales que puedes escuchar en algún momento durante la conducción, los clasificaremos en distintas categorías en función de origen y sus implicaciones. Agudiza el oído para evitar males mayores.
– Sonidos derivados de problemas en los frenos: es uno de los aspectos más sensibles en la conducción de un vehículo porque de su correcto funcionamiento depende en gran medida nuestra seguridad y la del resto de conductores. Su sonido por antonomasia es el desagradable chirrido, una señal que suele indicarnos un gran desgaste de las pastillas de freno. También es posible que se manifieste con un sonido continuo que arranca con gran intensidad al pisar a fondo el freno y va disminuyendo gradualmente hasta que el coche se detiene. Aquí puede haber además un problema de conexión.
– Sonidos que evidencian problemas en el chasis o las suspensiones: si el chirrido es la forma más común de identificar los problemas en los frenos, el traqueteo lo es para comprobar que algo no va bien en el chasis. Es posible que al circular a altas velocidades aprecies este sonido consistente en pequeños golpes, al principio difícilmente audibles. También se expresa en la toma de las curvas y en superficies irregulares, lo que lleva a muchos conductores a no darle la importancia que merece. En ocasiones, este traqueteo parecerá más bien una ruptura o un pequeño crujido. Aquí la avería puede situarse en los amortiguadores o en el sistema de suspensiones.
– Sonidos que indican otros problemas mecánicos: el embrague puede ser otra fuente de problemas, sobre todo en lo que respecta a su rodamiento. Un deterioro de este componente puede hacerse audible al pisar el embrague, emitiendo un sonido difícil de describir pero fácil de identificar. Si por el contrario lo que se escuchan son pequeños golpes constantes durante un breve momento, quizá el problema se encuentre en los discos de presión. En ambos casos, se precisa una reparación en el taller. La holgura en el diferencial y en el axial también generan sonidos característicos, en este caso algo más agudos.
– Sonidos en el interior y en el tubo de escape: si bien no revisten la gravedad de los ruidos derivados de problemas mecánicos, es de utilidad conocer los sonidos más frecuentes en los componentes del interior del vehículo. El sistema de ventilación o aire acondicionado es una fuente habitual de problemas, generándose obstrucciones en los conductos o fallos en las conexiones que en ocasiones pueden emitir diferentes sonidos ahogados. Por supuesto, los chirridos en los asientos al sentarse en ellos son sintomáticos de la falta de grasa en alguna pieza, como el respaldo o el cabezal. Por último, los pequeños golpes en los bajos del coche pueden indicar un problema en el sistema de emisión de gases. Si por el contrario se escucha un silbido en la parte trasera del coche, puede haber una fisura en el tubo de escape.