Jaguar es una de las casas automovilísticas más desconocidas del mercado español. Su emblema es sinónimo de prestigio y cierta aura de exclusividad pero no es una marca que goce de una gran penetración en nuestro país. Precisamente por ello, sus modelos clásicos resultan más interesantes para los coleccionistas españoles. El modelo que os traemos hoy a colación es el Jaguar Panther J72, un elegante hito de la automoción británica que desde sus inicios ha sido objeto de deseo por parte de los aficionados al motor y del cual podemos encontrar una unidad a la venta en nuestra sección de coches clásicos. Si todavía no te has rendido ante los encantos de este coche, quizá te ayude conocer su historia.
El Jaguar Panther J72 fue pionero en muchos sentidos. De entrada, era la primera línea que salía de la fábrica de Panther Westwinds, una compañía que nació el mismo año que el J72, en 1972. Originariamente, el objetivo de la nueva firma era entrar con fuerza en el mercado de los coches de lujo, particularmente con la icónica enseña Rolls-Royce. Tan ambicioso objetivo solo podía sustentarse gracias al apoyo tácito de Jaguar, algunos de cuyos modelos sirvieron de inspiración para crear los primeros diseños de Panther, como el J72.
A finales de la década de 1930, Jaguar había cosechado un éxito bastante notable en su segmento de mercado con el SS1000, cuya estética había cautivado a propietarios de postín y se consideraba todo un referente del lujo sobre ruedas. Casi cuarenta años después, el J72 copió en gran medida tanto el diseño como los acabados de ese modelo histórico. Pero no se quedó ahí. El ingeniero propietario de la nueva marca, Robert Jankel, también se fijó en la mecánica de coches populares en su tiempo como el XJ12, otro modelo de Jaguar. Por último, incorporó el motor XK de seis cilindros y 4,2 litros, que llevaba décadas siendo utilizado, cómo no, por la casa amiga.
Como no podía ser de otro modo, el resultado de tan estudiada combinación de diseños y componentes que recogían lo mejor de Jaguar fue un coche que causó sensación. El Panther J72 sorprendió inicialmente por sus marcados aires clásicos, retrotrayendo a más de un conductor a los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Los impecables acabados (como el salpicadero de bella madera), la comodidad de los asientos (de cuero de alta calidad), el elevado número de opciones disponibles (en parámetros de la época, obviamente) o la considerable capacidad del depósito para un coche de estas características (en torno a 120 litros) no defraudaron las expectativas.
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Panther cosechó un gran éxito con este coche y parecía que podría cumplir su objetivo de destronar a Rolls-Royce con suma rapidez. En 1973, la marca recibió la Medalla de Plata de la Excelencia en el sector automovilístico, superando a su gran competidor. El prestigio del J72 se prolongó durante toda la década de 1970, experimentando distintas actualizaciones para ir dotándolo de más comodidades. Conviene señalar que el precio de salida de este modelo superaba en un 25% al precio del coche equivalente de Rolls-Royce, una apuesta que salió redonda para Jaguar, que había dado una licencia de distribución a Panther.
La producción del J72 se mantuvo hasta 1981, cuando la compañía comenzó a tener ciertos problemas económicos que la llevaron incluso a ser comprada por inversores extranjeros (coreanos, para más señas). Apenas fueron nueve años de actividad en los que se fabricaron solamente 368 unidades de tan celebrada línea. Dar con uno de estos coches es sumamente complicado y encontrarlo en buen estado es el sueño de cualquier aficionado. Y es que, la leyenda del J72 se ha revelado mucho más longeva que su propia fabricación. Es lo que ocurre con los coches míticos.