No es el más potente, tampoco el más rápido, ni siquiera es un super deportivo, sin embargo, si haces memoria lo has visto cientos de veces por la calle, quizás la razón ya la conoces si alguna vez lo has conducido, el Mazda MX-5 es quizás uno de esos coches terriblemente divertidos de conducir.
Apareció para anunciar la década de los 90 -concretamente en 1989- y desde entonces ha enamorado a propios y extraños, un vehículo fácil y divertido de conducir, el Miata estaba inspirado en los roadsters ingleses y desde el primer momento se busco el resultado final -no existen las casualidades-, los ingenieros buscaban un producto sencillo, accesible y extremadamente divertido -¿vas tomando nota de la veces que repetimos esta palabra?-.
Como curiosidad, el Mazda Mx-5 fue el primer coche en probar el programa diseñado por Mazda para hacer competir a sus ingenieros de EEUU y Japón, el denominado «Offline 55», este era una suerte de competición en la que ambos equipos buscaban el mejor desarrollo, por ejemplo, el equipo japonés aposto por un motor central, mientras que el americano lo hacía por la tracción trasera, los ruidos y las vibraciones fueron los culpables de la victoria del equipo estadounidense, aunque aquí hay que añadir ciertos matices, el prototipo americano se termino en 1986 y fue enviado a Japón para que los ingenieros nipones pudieran pulirlo y someterlo a las pruebas pertinentes, este no fue algo sencillo, tres años costo terminar el producto final.
Así con 940 kg de peso, un motor de cuatro cilindros aspirado de 1.6 litros y una aceleración de 0 a 100 en menos de diez segundos llego la primera versión del Mazda Mx-5 o Miata, como se vendió en algunos países.
¿Te acuerdas del coche fantástico? pues el primer Mazda por supuesto como buen coche de finales de los 90 contaba con faros escamoteables, aunque eso sí, ese era el único «lujo», el resto es simple y funcional, y su versión básica por ejemplo, no llevaba aire acondicionado o dirección hidraúlica.
Más tarde, a mediados de los noventa se le añadieron dos airbags y un motor actualizado de 1.8 litros, sin embargo, los 90 avanzaban y mientras David Hasselhoff abandonaba la chaqueta de cuero para enfundarse en el bañador de Mitch Buchannon, los faros escamoteables pasaron a mejor historia -por precio y por seguridad-, con la segunda versión del MX-5, la de 1997.
Poco más allá de los faros, el vehículo se hizo algo más ancho y el motor mejoro su caballaje sin abandonar los 1.8 litros, y aunque se añadía la posibilidad de un cambio automático, muy pocos se decidieron por ella -hoy es un coche de colección-, eso sí, más tarde en 2001 se añadió una transmisión de seis velocidades, por supuesto de manera opcional.
Además gran parte de esta segunda versión debe sus líneas al RX-7, así, sus interiores eran menos espartanos, algo más cómodos pero siempre sin perder la sencillez y el espíritu de diversión.
La tercera generación se refinó algo más, buscando incluso añadir algunos detalles de deportividad y algunos acabado de lujo, sin embargo, fiel a su espíritu jamás abandono la diversión.
Con esta generación desapareció el motor de 1.6 litros e incluso se añadió la posibilidad de un techo plegable rígido, sin embargo esta versión no llego a ser tan popular como su antecesora.
Y en 2014 llego la 4 generación, un tributo a la segunda con un coche más ligero y eficiente y del que estamos totalmente enamorados… puedes verla aquí:
mazda mx-5 segunda mano Madrid
O puedes probarlo y entender por qué hemos repetido tantas veces en este Post, la palabra.. divertido.