No os vamos hablar de Oscar Wilde y de su genial obra… aquí hablamos de coches, aunque si nos va a servir para introducir una curiosa anécdota ocurrida hoy en nuestro concesionario.
Entraba un señor en nuestra tienda de alta gama admirando coches y revisando precios por igual cuando de repente se queda parado y le comenta al comercial…
¿disculpe que coche es este?
Nuestro comercial le responde que es un Mercedes C 63 AMG del año 2013
¿y ese que tiene ahí?
Nuestro comercial con toda la paciencia del mundo le indica que también es un Mercedes C 63 AMG del año 2013
el hombre se queda contrariado y revisa los precios, espera un rato respira y pregunta
Los dos coches son el mismo modelo, el mismo año y lo único que parece separarlos es su color gris y blanco entonces… ¿donde esta el error? el primero vale 124.000 y el segundo no llega a 50.000
el comercial entre entretenido y de viernes le responde…
Pues si se fija dos coches más allá tiene usted uno de 2015 que cuesta 60.000 y es un C 63 AMG también
En este punto el señor no entendía nada y nuestro comercial entre en ese punto en el que esta deseando explicar algo que para él es obvio y al resto se nos había escapado -lo reconozco conmigo también lo hacen-.
El coche que esta usted viendo es un C 63 AMG Blackseries se fabricaron tan solo 800 unidades en todo el mundo y entre otras cosas tiene 517 CV que viene a ser algo más de treinta caballos extras además de un equipamiento bastante exclusivo, es por lo tanto una pieza muy especial y que con el tiempo se va a revalorizar por encima de las otras unidades por eso tiene ese precio y por qué, le aseguro, que probablemente sea muy difícil que vea un como estos a la venta.
El hombre se quedo pensando entre convencido y tratando de entender como ese «apellido» Blackseries incrementaba tanto el valor del vehículo y yo que lo estaba viendo me quede realmente divertido y pensando en «la importancia de llamarse Ernesto».
Podéis juzgar vosotros mismos aquí