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Los orígenes del Chevrolet Corvette

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Coches Históricos Historia de la automoción

Hemos visto a numerosas estrellas del celuloide subirse y bajarse de él y a muchos coleccionistas suspirar por conseguir alguno de los primeros modelos que se fabricaron. El Chevrolet Corvette es uno de los coches norteamericanos mejor valorados y está considerado el deportivo que más tiempo lleva en producción. Aproximadamente, uno de cada tres deportivos de lujo que circulan por las carreteras estadounidenses es un Corvette, a pesar de que su grado de difusión en Europa resulta, como mínimo discreto. Hoy nos sumergimos en la historia de un modelo que ha vivido importantes altibajos pero que puede presumir de llevar más de seis décadas en el mercado.

El origen del Corvette hay que buscarlo en el interés de la General Motors por contar con un deportivo al estilo europeo. No se trataba de un segmento que gozara de gran predicamento en el mercado estadounidense, en el que los coches de gran tamaño eran omnipresentes, pero determinadas marcas estaban logrando importantes avances y GM no podía permitir que le siguieran ganando terreno. A comienzos de la década de 1950, un pequeño grupo de trabajo comenzó a dar forma al ‘Proyecto Opel’, un nombre que más que describir lo que se traían entre manos buscaba despistar a quienes filtraban datos.

En octubre de 1953, GM organiza una gran exposición de automóviles y exige a los desarrolladores del proyecto a acortar los plazos para poder servirse de ese escaparate. Así, el Corvette C1 sorprendía a los visitantes y a la prensa por su impactante carrocería en fibra de vidrio. Se trataba de un biplaza ágil, con tracción trasera y un motor de seis cilindros que no tardaría en antojarse insuficiente. A pesar de la buena acogida en la citada feria, los promotores no las tenían todas consigo sobre el éxito comercial del nuevo modelo y proyectaron solamente 300 unidades de aquella primera versión.

Los temores de GM parecían confirmarse cuando el mercado no mostró el mismo entusiasmo que la crítica ante el nuevo deportivo. Se lo consideraba demasiado rígido y su centro de gravedad estaba un poco elevado, lo que dificultaba por momentos la realización de una conducción deportiva propiamente dicha. Así, la casa de Detroit consideró seriamente la posibilidad de cancelar la producción del Corvette ante la perspectiva de que el mercado ya hubiera estigmatizado el coche. Sin embargo, el resto de competidores no aprovecharon esta circunstancia y la rápida reacción de GM introduciendo cambios significativos como el motor V8 en 1955 permitió que el C1 empezara a mejorar sus resultados. Había salvado su ‘match-ball’ aunque, en términos absolutos, sus ventas no fueron ni mucho menos notables.

En 1963, llegó la segunda generación con la lección bien aprendida. La imagen de marca se había revalorizado y se intentó dar un giro bastante pronunciado a la estética del vehículo, rediseñando su maletero o su radiador. El C2 Sting Ray adquiriría una gran popularidad mediática cuando otro modelo de la factoría, el Corvette Grand Sport, dio el salto a las competiciones deportivas con notables resultados. La experiencia en la alta competición permitiría pulir otros detalles, el principal de los cuales sería una mayor potencia y el cambio en el sistema de inyección.

corvette ocasión madrid

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Las siguientes generaciones han trabajado sobre la base de estos avances y la búsqueda de una mejor experiencia de conducción, con detalles de lujo en el interior y un ambiente mucho más confortable. En 1975 se cancela la producción de las versiones descapotables (que habían obtenido un éxito dispar) y se da un impulso a la producción (que supera el medio millón de unidades). Los ochenta vieron la introducción de la tracción a las cuatro ruedas y la superación del umbral de los 350 km/h, consolidándose en la vanguardia del desarrollo tecnológico. En 2003, la compañía echó la vista atrás para realizar una versión conmemorativa del 50º aniversario de este modelo. En Automóviles Argüelles nos enorgullecemos de disponer de tan singular vehículo.

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