Los coches dela marca Mini no tiene un publico normal, no buscan ser los más rápidos, no buscan ser los más utilices, ni siquiera los más divertidos, los Mini solo buscan ser iconicos es decir, mantener ese aire British irreverente que siempre los ha caracterizado.
Más útiles en ciudad que en el puro asfalto en si mismo el Mini nunca busca ser algo distinto de lo que fue en su día, un urbanita sin ínsulas pero cargado de descaro, alguien a quien los huecos para aparcar en la ciudad le motivan y que vive obsesionado con un buen consumo más que unas prestaciones que marquen en carretera.
Pero no podemos olvidar que la leyenda de Mini se fraguo en los Rallies y que de ella Jhon Cooper Works tiene bastante culpa -podéis bucear en nuestro blog para saber más- pero lo cierto, es que, a pesar de que BMW siempre presento una versión más deportiva con el apellido del mítico Works, rara vez, hemos tenido en nuestras manos una versión tan espectacular.
Y es que, esta, no es una versión de un Mini normal, es la versión PRO: Salidas de escape con mariposa, modo Track, toma de aire en el capó realizada en carbono, sonido Harman Kardon, amortiguación Eibach, asientos deportivos y una versión más radical de pintura: Rebel Green con techo en rojo… y esto no es todo, podríamos seguir con los spoiler o las llantas porque en realidad, este Mini cuenta con más de 15.000 euros en extras que lo convierten en un coche realmente especial.
Tan especial que para poder apreciarlo tienes que verlo en nuestras instalaciones de Galileo 7, porque en la fotografía no vas a poder apreciar los detalles de un vehículo que ha sido construido para despertar admiración.
¿vienes a verlo?