44 años han pasado desde que Mercedes Benz presentara el CLASE G, un vehículo que por méritos propios se ha convertido en el más longevo de la marca, y quizás, en uno de los más emblemáticos, al menos en la memoria colectiva de aquellos que al mencionar la palabra 4×4 no piensen en un SUV.
Y es qué, a principios de los 70 se firmaba un acuerdo de colaboración entre Daimler-Benz y Steyr-Daimler-Puch, con este se daba el pistoletazo de salida para el clase G, pensado como un vehículo militar -al puro estilo Jeep- pero que pronto acaparó las miradas de los apasionados del off-road.
Las razones fueron varias, primero la seguridad -algo impreso a fuego en el ADN de Mercedes Benz-, y luego algo más mundano, su capacidad para desenvolverse de manera sobresaliente ya fuera en el asfalto o fuera de el, o dicho de otra manera, el Clase G nació como un vehículo «todo terreno» real, y no como un vehículo pensado exclusivamente para la aventura.
Una curiosidad sobre este vehículo es su planta de fabricación, durante más de 40 años el Clase G no ha cambiado de fábrica, concretamente se fabrica en la planta austricaa de Graz.
La primera fecha clave sería 9 años tras la firma de aquel acuerdo, concretamente en 1979 cuando llegaría al mercado el primer Clase G, en su interior portaba 4 motorizaciones que oscilaban entre 72 y 156 CV, y se vendía en versiones de batalla corta o larga, como curiosidad, en todas sus versiones el Clase G montaba tracción integral y diferencial autoblocante.
Desde entonces los Clase G han expandido su mercado, ya sea como coches de policía o bomberos, o incluso como Papa móvil, sea como fuere, el Mercedes clase G resulto un éxito tan rotundo que se tardaron casi diez años en presentar su actualización.
En 1989 la versión 463 se presentaba al mercado cuidando su habitáculo y poniendo especial hincapié en la seguridad, por supuesto, sus motorizaciones se adaptaron a los nuevos tiempos, aunque tuvimos que esperar 4 años más tarde para ver el motor más potente que acompañaba al 500 GE, nada más y nada menos que 240 CV.
Siguiendo la regla del 10, en 1999 llegaría la primera versión AMG, el G55 AMG con 354 CV, esta no sólo fue fue la primera versión extrema del clase G, también tubo el honor de ser el primer todo terreno -en producción- con la firma AMG.
En 2009, siguiendo la regla del 10 nuevamente, se volvió a actualizar el clase G, esta vez, centrada casi totalmente en el confort y el habitáculo.
Aunque han existido otras versiones AMG, no sería hasta 2012 cuando se presento un modelo muy particular, el G 65 AMG de 612 cv, un año más tarde, además nacería el G 63 AMG 6X6, con seis ruedas y que aún hoy, sigue pareciendo espectacular.
Sin embargo, aún se tubo que esperar un poco más, concretamente hasta 2019 para conocer la segunda generación, estéticamente más moderna pero conservando su esencia, pero tecnológicamente mucho más avanzada.
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Published by: Argüelles